viernes, 27 de junio de 2014

Curiosidades de cine

 Ya sabéis de mi pasión por las listas, y pensando en mi reseña doy he decidido hacer mi particular lista pero de curiosidades del cine.
Seguramente muchas cosas quizás ya la sabéis, pero me chifla la historia del cine y me gustaría que pasarais un buen rato con lo que os voy a explicar! Ahí van 25 curiosidades de cine de todos los tiempos...


1.  Las letras del letrero de Hollywood, que inicialmente  ponía Hollywoodland, miden más de trece metros de altura y no fue puesto por ningún cineasta o por impulso de la industria cinematográfica de Estados Unidos, sino una empresa de bienes raíces que  tenia la intención de vender ese terreno. Más específicamente, la idea fue de la esposa de un promotor de inmuebles de dicha empresa. 

2. La primera película sonora fue  El cantor de Jazz de 1927 con Al Jolson. Apenas se aprovechó el potencial de la nueva tecnología, la parte hablada de la película solo era de tres escenas y no duraban mas de 10 minutos. Los productores creían que nadie podría aguantar un film en la que hubiera más de una hora de diálogo.


3. Harold Lloyd, uno de los más famosos actores  del cine mudo, muy popular por sus acrobacias y piruetas espectaculares, carecía de varios dedos de una mano... El actor llevaba un guante en dicha extremidad para ocultar su defecto pero esta minusvalía no le impedía en absoluto trepar por edificios o incluso quedarse colgado de las manecillas de un gigantesco reloj.



4. El gran Charlot participó una vez en un concurso de imitadores de Charles Chaplin. Sin embargo, no alcanzó ni las finales, increíblemente el resultado fue desastroso, no pasó de la primera ronda y los jueces le dieron una de las peores calificaciones de su tanda. Para el jurado Chaplin no era suficientemente bueno imitando a Charlot y el premio fue otorgado a un hombre de nombre Milton Berle.



5. Una de las primeras películas del cine fue La llegada del tren a la estación de los hermanos Lumiére.  Fue proyectada el 28 de diciembre de 1895, en el Salon Indien Du Grand Café, cuando se acercaba a la estación el público gritó porque se pensaba que se iba a salir de la pantalla.



6. El primer beso fue el que se dieron May Irwin y John Rice en The Kiss-The Widow Jones (EEUU, 1896).
El beso más largo filmado en la historia del cine fue entre Jane Giman y Regis Tommey, en la película You are in the Army now, y duró 3 minutos 5 segundos.
 El primer beso con lengua se vio en Esplendor en la hierba (EEUU, 1961), entre Warren Beatty y Natalie Wood. 

                                       


7.  Walt Disney no dejó que Alfred Hitchcock rodara en Disneylandia a principios de los 60 porque había hecho "esa película asquerosa, Psicosis (Psyco)"



8. Por cierto, hablando del maestro del suspense lo que fue usado como sangre en la gran escena de la ducha en Psicosis fue jarabe de chocolate así como las malas lenguas también dicen que la escena fue planificada y rodada por el gran Saul Bass, el gran diseñador de los créditos.



9.  En la película El mago de Oz, el salario del perro Toto fue de 125 dólares por semana, mientras que Judy Garland recibía 500 dólares por semana. Jajajaja, increíble!!!



10. Katherine Hepburn bebió solo agua durante todo el rodaje de La reina de África como protesta al alcoholismo de John Huston y Humphrey Bogart. Casi todo el equipo, sin embargo, enfermó por el mal estado del agua, salvo Bogart y Huston, que se libraron porque solo bebían whisky.



11.  Durante el rodaje de Casablanca en las escenas en que coincidían en el mismo plano Humphrey Bogart e Ingrid Bergman (incluida la mítica secuencia de ambos despidiéndose en el aeropuerto), Humphrey era filmado siempre encima de una plataforma de palmo y medio de altura ya que la actriz sueca rondaba el metro ochenta de estatura mientras que el intérprete de El Halcón Maltés superaba apenas el metro sesenta.




12. Algunos gangsters de la época clásica de Hollywood  fueron grandes cinéfilos. Al Capone acudió personalmente a ver Scarface, filme de gangsters basado en su vida. Y a John Dillinger le acribilló el FBI cuando salía de una sala que proyectaba una película muy apropiada para el Enemigo público número uno de 1934.



13. La película Cleopatra, dirigida por Joseph L. Mankiewicz, vivió un tormentoso rodaje, con retrasos, enfermedades y la tortuosa relación entre Liz Taylor y Richard Burton. Solamente su presupuesto para vestuario –alrededor de los 195.000 dólares- es uno de los mayores de toda la historia del cine. Taylor usó 65 vestidos durante el rodaje. Uno deellos, el que lleva puesto cuando hace su espectacular entrada en Roma, estaba confeccionado con hilo de oro de 24 kilates.
  


14. Siguiendo con la actriz de los ojos violetas y cotilleos varios....la Taylor y sus múltiples matrimonios, cuando  ya se había casado siete veces, respondió a un periodista que le preguntó sobre por qué se casaba de nuevo: ¿Qué espera que haga? ¿Dormir sola?.




15. Ava Gardner  también se lució con  los 47 kilos de......... Frank Sinatra.

Le parecía a la mayoría de los fans que la pareja que tenía Ava Gardner por aquellos tiempos, su marido Frank Sinatra, era muy poquita cosa para ella y por ello la prensa recogió en un titular "Eh, Ava, ¿qué ves en ese tipo? Apenas pesa 50 kilos".........Ava contestó en el tono de una perfecta dama: 47 kilos son de pene.



16. Otra de las grandes en el Hollywood clásico fue  Marilyn Monroe  que  nunca ganó un Oscar. Ni siquiera llegó a estar nominada... Lo mismo pasó con otros actores célebres como Errol Flynn, Rita Hayworth o Tyrone Power, y con directores de la talla de Raoul Walsh, Orson Welles  o Fritz Lang. 



 17.  Y siguiendo con  Marilyn el record de repeticiones de una escena lo ostentan: Ella  con 59 veces en la secuencia en la que pregunta en Con faldas y a lo loco:¿donde esta el bourbon?”, porque no la decía correctamente o se le olvidaba y Sterling Hayden con 48 veces en Teléfono rojo: volamos hacia Moscú , donde hubo que repetir una escena 48 veces porque Hayden no acertaba a decir su guión. 



18. El autor que más veces ha sido llevado al cine con alrededor de 350 películas se basan directa o indirectamente en las obras del dramaturgo inglés William Shakespeare. que raro no?




Y hablando un poco del cine más actual...

19. En  El cabo del miedo de Martin Scorsese, Robert De Niro se tatuó realmente el cuerpo para interpretar al psicópata Max Cady. Se trataba de tatuajes temporales, eso sí, pero aún así tuvo que eliminarlos con láser. La razón de que decidiera hacerlo fue que en las escenas finales en el agua ningún maquillaje ni calcomanía hubiera resistido.


20. Melanie Griffith, la hija de Tippi Hedren (una de las musas del maestro), fue horriblemente desfigurada por un león durante un  rodaje y precisó de complicadísimas intervenciones quirúrgicas durante un muy prolongado tiempo para recuperar su aspecto normal. Lo curioso del caso es que Tippi Hendren haciendo gala de un humor negro que envidiaría el mismísimo Alfred Hitchcock actualmente, tiene una granja donde cuida a un buen número de enormes felinos de esta especie.



21. El metraje total rodado para 2001: Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey) era unas 200 veces más largo que la duración final de la película. Y a mi ya se me hizo muy larga!!!



22. En la escena de Alien: el octavo pasajero  en la que el alien sale de las tripas de John Hurt, a los actores no se les avisó de que iba a pasar eso. Gran escena!!!!


 
23. Ryan Gosling hizo el casting para el papel de Noah en El diario de Noah (The Notebook) porque el director quería a alguien que "no fuese guapo". A eso se le llama tener visión de futuro!!!!



24. Los actores que daban voz a Mickey Mouse y Minnie Mouse en los años 30 estaban casados en la vida real.




25. Última y esta no es una curiosidad es una realidad pura y dura... el auténtico beneficio del cine ya no está en las entradas, sino en todo lo demás; palomitas, refrescos y demás chucherías producen el 45% de sus ingresos .... pero eso ya lo sabiamos no?




Hasta la próxima, feliz verano a tod@s!!

Bargalloneta

viernes, 20 de junio de 2014

The Good Wife

A mí siempre me ha gustado mucho la tele, pero pocas veces me he enganchado a una serie como me he enganchado a The Good Wife (TGW).

¿Alguna vez te has preguntado qué pasa después?
Aquí no tanto, pero en los Estados Unidos de América están acostumbrados a este tipo de escenas: un político de mayor o menor nivel, desde el mismísimo presidente a cualquier concejalucho, comparece ante la prensa con su esposa (muda, pálida, labios prietos, circunspecta, mirada caída y vacía) al lado, para recitar el "Yo, pecador": sí, soy culpable, tenía una amante, he frecuentado prostitutas o cosas por el estilo, pero mi amada esposa X me ha perdonado y, si ella puede perdonarme, el pueblo de América también lo hará.
La bochornosa escena se desarrolla de acuerdo con un guión bastante predecible, pero ¿qué pasa después?, ¿qué se dicen ese hombre y esa mujer cuando se quedan a solas?
Eso debió de plantearse alguna o algún gionista de TGW y a partir de ahí construyó un edificio narrativo colosal.

¿Qué tiene Alicia Florrick que no tengan las demás?
Alicia Florrick, la protagonista, la buena esposa del título, tiene algo, no se sabe muy bien qué, que encandila a la población de Chicago y todo el estado de Illinois. Tiene encanto, tiene telegenia; es una especie de Belén Esteban de clase alta e infinitamente más refinada, a quien su esposo, Peter Florrick, un demócrata con ambiciones que no va a parar hasta la Casa Blanca, juega una malísima pasada.
Alicia consigue salir a flote y reflotar, al mismo tiempo, la carrera política de su esposo, mientras trabaja de abogada en un prestigioso bufete de Chicago que es, como todo bufete televisivo que se precie, un auténtico nido de víboras.

Crímenes e intrigas políticas
Así podemos resumir las tramas de la serie: el bufete de Florrick defiende a delincuentes de todo tipo y pelaje y el otro Florrick, Peter, teje redes políticas que convienen a sus intereses y solo a sus intereses. Entre un mundo y otro pululan seres humanos con mayor o menor grado de maldad y sinvergüencería y con una característica común: todos están pringados, no se libra nadie, quien más y quien menos ha traicionado a alguien, ha quebrantado alguna ley o ha jugado sucio para salvarse el pellejo.
Eso es lo que más me gusta de TGW, que no hay héroes ni villanos, todos son gente de la que no te puedes fiar.

Las paredes de cristal
El bufete de Florrick no tiene tabiques; los despachos y las salas de reuniones están separados por manparas transparentes, de manera que en una sala se desarrolla una acción y, al mismo tiempo, vemos lo que está pasando en el despacho de al lado, mientras, a la vez, alguien está manteniendo una conversación telefónica, o quizás otra vía chat, o por Skype, que nos sitúa en otra trama. Suceden muchas cosas a la vez, todas entrelazadas, como pasa en realidad en la vida política y laboral en cualquier parte.

Los personajes
La otra característica de TGW que me cautiva son los personajes, verdaderos homenajes a la infamia, todos más listos que el hambre e inmorales como las hienas. Si me preguntan con cuál me quedo, me vería en un apuro, porque hay un catálogo inmenso donde elegir.
Pero, en fin, como a alguno tendré que citar, nombraré a Kalinda Sharma, la investigadora del bufete, una auténtica bestia parda; Eli Gold, el asesor de las campañas electorales de Peter, un reptil sin escrúpulos; Diane Lockhart, la socia funddora y jefaza del bufete, inspirada en Christine Lagarde, ahí lo dejo; o Louis Canning, interpretado por Michael J. Fox, un abogado con una evidentísima minusvalía que se dedica básicamente a robar a los pobres en beneficio de grandes empresas de las que envenenan y contaminan. ¿Qué? ¿A que mola?

¡Qué bonita familia!

En fin, espero haberos animado a echar un vistazo a la serie. De momento están emitiendo la quinta temporada en USA y, de lo que yo he visto, me quedo con la segunda temporada y con la cuarta.
Para acabar, os dejo con Rosa Belmonte, una de mis críticas de televisión favorita, quien dice que, si tuviera que quedarse solo con una serie, se quedaría con TGW. Es mucho decir, ¿no?
Eso es todo, amigas. Se despide hasta la próxima vuestra amiga

Noemí Pastor


viernes, 13 de junio de 2014

PRISIONEROS




Hacía tiempo un thriller no me impactaba tanto
Prisoners es una película estadounidense de 2013 dirigida por Denis Villeneuve. Está protagonizada por Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard, Melissa Leo y Paul Dano.

Aviso que ahondaré en detalles para reflexionar en torno a algunas cuestiones que plantea “Prisioneros”,eso sí,siempre sin desvelar el desenlace.Si alguno tampoco quiere detalles previos,que postergue la reseña aquí.

EL arranque de la película ya es hipnótico: el punto de mira de un rifle sobre un ciervo mientras de fondo,una voz en off reza un padre nuestro y tras el disparo certero,un padre y un hijo vuelven en la furgoneta y  una cruz cuelga del espejo retrovisor.
“¿sabes cuál es el mejor consejo que me dio mi abuelo? Estate preparado”

Y sabemos que algo va a ocurrir, como una nube negra anuncia una tormenta, mientras contemplamos la vida perfecta de dos familias que se reúnen para celebrar la típica cena de acción de gracias norteamericana.

Una caravana pasa de largo por delante de la casa. Toma una curva y desaparece.
Al poco se queda estacionada próxima a la casa.




Keller Dover (Hugh Jackman), su esposa Grace (Maria Bello) y sus hijos van a cenar a la casa de sus amigos, Franklin (Terrence Howard) y Nancy Birch (Viola Davis). Al tiempo que suena el himno a la trompeta de uno de los padres que ameniza la velada, la cámara se acerca desde fuera de la casa, son unos segundos,como unos ojos acechantes y e inquietan. Las hijas menores de ambas familias -Anna y Joy- van sin permiso a la casa de los Dover, para buscar un silbato. 


Tras un lapsus de tiempo indeterminado, las dos niñas pequeñas: Anna y Joy de unos seis años, desaparecen de la casa. Cuando sus padres se percatan, comienza una búsqueda delirante y rápidamente atando cabos las sospechas recaen en el conductor de una caravana que estaba estacionada  próxima a la casa.


El detective David Loki (Jake Gyllenhaal) cerca al conductor de la caravana y lo detiene. Es un joven inadaptado llamado Alex(Paul Dano), con una voz aguda apenas audible y tiene un evidente discapacidad intelectual. La falta de pruebas le deja en libertad al poco tiempo, sin embargo,y el padre de una de las niñas se abalanza sobre él al salir de la comisaria.Sabe sin tener pruebas,por instinto,que el joven oculta algo.

Es espectacular la escena en la que Alex, ya libre, y con un hilo de voz apenas audible le diga al padre “no lloraron hasta que no las dejé
Y ese programa de radio hablando del pecado y los problemas del hombre cuando él va hacia casa del “sospechoso” a vigilarlo.

El padre ve cómo Alex,ya en casa de su tía,con esa voz frágil  cree que está solo y le hace daño al perro  mientras se aleja cantando una canción que cantaban las niñas:”Navidad, navidad, Batman huele mal….” . Impotencia ,rabia ,dolor…desesperación. Todas esas emociones que me recordaron a “El secreto de sus ojos” en el punto en el que un hombre ve truncada su vida a manos de un psicópata que mata al único amor de su vida.

Y como no,me acuerdo también de la película “El Cebo” porque hay algo en nosotros que nos llena de miedo cuando son niñas las víctimas inocentes de las mentes más perturbadas.


Keller decide tomarse la justicia por su mano, dejándose llevar por la intuición, pero también por la ira y el odio.La investigación paralela del teniente de policía al tiempo trascurre visitando a los pederastas que viven por la región.

La lluvia como elemento incesante, la falta de sol, el frio que se intuye…

Hay tanta tensión desde el principio, tanto suspense, que prácticamente desconfiamos de todos,incluso del policía que está al frente de la investigación.
Da igual que Keller tuviera un bunker repleto de provisiones para supuestamente “estar preparado” para la adversidad. Lo cierto es que la tragedia cuando azota, no avisa, más bien se ceba sin más sobre las personas, sin sentido aparente, sin causa o razón justificada y ese sinsentido es lo que realmente nos aterra, porque escapa a nuestro entendimiento, a nuestro control, a nuestro íntimo anhelo de equilibrio, orden  y armonía.
Mantener prisionero  a Alex, torturarlo, más allá de la ley y el orden, es caer en una espiral de culpa y locura , consecuencias de una desesperación absoluta, mientras el policía al frente de la investigación detiene a un pederasta también sospechoso :Bob Taylor, que viene a incrementar más si cabe la intriga de una trama que es como una madeja de hilo enmarañada.


La lucha interna entre el bien y el mal es uno de los dilemas que plantea ”Prisioneros”:
¿dónde quedan nuestros principios cuando corren peligro las personas que más amamos?¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar a la hora de recuperar o proteger a los nuestros?¿hay algún código moral infranqueable o todo está permitido?



Somos dioses y demonios , al amparo de sus reclamos según se incline la balanza hacia el bien o hacia el mal.Pero :¿cómo estar seguros al 100% de que estamos siendo justos?

“Prisioneros” se adentra en esa nebulosa que aturde el juicio, nos devuelve la imagen de humanos que flaquean y traicionan sus principios religiosos, éticos o morales, no importa si son policías, padres respetables de familia, o frikis desadaptados, al final, todos alguna vez, podemos estar expuestos cruelmente a la duda, a la confusión ,a la debilidad y a la enajenación ,próximos a  la tentación de traicionar nuestro lado más luminoso  para adentrarnos en el más siniestro.




Con un desenlace perfecto, que en parte depende de la imaginación del espectador, Denis Villeneuve (director de Incendies,2010) nos deja un thriller intachable, alejado de maniqueísmos,con una fotografía extraordinaria y unas interpretaciones poderosas(a destacar Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal  y Paul Dano, ) que dejan al espectador en estado de hipnosis de principio a fin,sin poder apartar la vista de la pantalla hasta que el puzzle  pieza a pieza, se vea culminado en su totalidad.
Totalmente “imperdible”.
Feliz fin de semana,queridas/os zinéfilas/os,

Troyana

viernes, 6 de junio de 2014

El jovencito Welles y un hallazgo extraordinario

En esta ocasión, quiero comentar una de esas grandes curiosidades, relacionada con la obra de Orson Welles, en concreto con sus primeros pasos en el mundo del cine.

Su punto de partida fue un corto de estilo vanguardista, en sus años de estudiante, un simple entretenimiento, The hearts of Age (1934).


La Guerra de los Mundos (programa de radio que provocó el “caos” de los oyentes), lo lanza directo a la fama, para dejar a todos boquiabiertos con su primera película, Ciudadano Kane (1941).


Antes del gran éxito, tuvo un “pequeño traspiés”. En su afán de experimentar, se le ocurrió una brillante idea allá por 1938. Grabó unas cuantas escenas con los actores de una obra de teatro, Too much Johnson. Quería hacer un película muda en tres partes, que utilizaría a modo de prólogo entre actos en dicha representación. Teatro y cine, la combinación perfecta. Apenas 10 días para rodar y 20 de montaje. Tenía prisa. Sin embargo, nunca llegó al público. Se habla de motivos económicos, aunque la verdadera razón no está demasiado clara.


El material filmado de Too much Johnson viaja con su creador a Europa. Asegura que la conservaba para regalárselo a su amigo Joseph Cotten (uno de los protagonistas). Y entonces llegó un incendio en su vivienda de Madrid, y cuenta la leyenda que se perdió entre las cenizas. Esa es la versión relatada por el propio Orson. Corría la década de los 70.


Y llegamos a 2004. El propietario de un empresa de envíos llama a Piero Colussi (uno de los fundadores de la Asociación Cinemazero, dedicada al cine independiente). Organizan cada año un festival de cine mudo en Pordenone (pequeña localidad a medio camino entre Venecia y Trieste). De esa conversación se deduce que el buen hombre tiene una caja en su almacén que huele mal (a vinagre), y desea deshacerse de ella. Cree que le puede interesar a este amante del séptimo arte porque contiene unos viejos rollos de películas. No aporta más información, no recuerda ni cuándo, ni cómo lo recibió de Roma. Colussi recoge la destartalada caja de madera. En su interior descansan 8 rollos. Y la guarda en el sótano, sin prestarle más atención.


Será de nuevo el intenso y desagradable olor el culpable de que se revise. Ante las etiquetas con la palabra “Welles”, decide no tirarlos directamente a la basura, e investigar. Los lleva al taller de restauración de la Universidad de Gorizia (cuidad cercana), para analizar los fotogramas. Estamos ya en diciembre de 2008, y no con mucho entusiasmo, un buen día volvió para preguntar si habían averiguado algo. La respuesta lo deja muy desconcertado: 40 minutos, Joseph Cotten muy joven, e imposible identificar a qué película pertenece.


El enigma lo descifra el gran experto en Orson Welles, Ciro Giorgini, tras preguntar si Cotten va ataviado con un sombrero de paja estilo años 20. Al borde de un ataque de nervios proclama que están ante una de las 10 películas perdidas más buscadas por los historiadores: Too much Johnson.


Se logró recuperar un 96%. Se trata de una copia de trabajo, una obra inacabada. Restaurada en Holanda, se estrena en Italia en octubre de 2013. Y yo he tenido la oportunidad de verla el pasado sábado, cerrando el ciclo del mes dedicado a Welles que programó el canal de televisión TCM. Para esta ocasión contaron con la banda sonora creada por el músico Remate, con piezas instrumentales que envuelven, de forma a veces un tanto extraña, la acción y las imágenes. Hay un par de temas, con la participación de cantantes que, en mi opinión, chirrían mucho.


Director Orson Welles. Guión William Gillette, Orson Welles. Fotografía Paul Dunbar, Harry Dunham (B/N). Reparto Joseph CottenVirginia Nicholson (esposa de Welles en aquel momento), Edgar BarrierArlene FrancisRuth FordMary WickesEustace WyattOrson WellesGuy KingsleyGeorge Duthie. EE UU 1938, 67 min.


Argumento: un marido descubre la infidelidad de su esposa, y persigue al amante por toda la ciudad. La pista de su nombre los lleva a Cuba.


Comedia (slapstick), homenaje a Buster Keaton y Harold Lloyd. Personajes histriónicos, locas carreras por los tejados, a ritmo trepidante. Rodada en diferentes enclaves neoyorkinos (incluida la acción que se desarrolla en la isla caribeña).


Me encanta la primera parte, con unas cuantas escenas muy divertidas: entre montones de cajas de un mercado, con la escalera en lo alto de un edificio, aspavientos molineros para no caer al vacío, y sombreros retirados de las cabezas de los transeúntes para proceder a la identificación del escurridizo seductor.

Visualmente espectacular, ya se aprecian numerosos rasgos que definirán la filmografía de tan insigne director.



La cinta me pareció realmente curiosa, pero todo el trasfondo de supuesta pérdida, años de olvido y milagrosa recuperación, son dignos de un buen guión.

Buen fin de semana, y hasta la próxima.

LU