viernes, 10 de abril de 2015

Carlos Vermut, talento innovador, de “Diamond Flash” a “ Magical Girl”




No tan lejos de Madrid me pilla esta reseña,ciudad natal de Carlos Vermut. Ya en “Historias troyanas”,quise seguirle la pista,después de ver "Magical Girl" la película que conquistó tanto a público como a crítica en el 2014. 



Sin embargo, los Goya de este año,sólo premiaron a Barbara Lennie por su elogiable interpretación, dejando sin galardón al soberbio José Sacristán y dejando la película al margen también de los principales premios ¿demasiado poco convencional? Una película muy, muy rara para competir con otras de estructura más al uso,sin desmerecer por otra parte los méritos de la gran triunfadora de la ceremonia que fue "La Isla Mínima"


Pero ahondemos un poco en el universo de Carlos Vermut, desde que en 2011, irrumpiera con en el cine español,con muy pocos medios con la película “"Diamond Flash". Un ramillete de historias donde las mujeres son protagonistas absolutas,y de forma más residual ,los hombres ocupan un papel secundario, salvando la figura del superhéroe que da nombre al título de la película.



El/la espectad@r asiste al cruce de varias vidas que a veces se tocan visiblemente, y otras,están conectadas por hilos que se escapan a nuestro control. Es ésa una de las claves del cine de Vermut,dejar preguntas abiertas,puzles sin completar,es a nosotros a quienes nos corresponde hipotetizar,imaginar,construir los puentes que no se terminan de tender.


 En “Diamond Flash” ,se nos presenta la vida de cinco mujeres,cuyo único punto en común es que todas están quebradas por el dolor.
Son historias de mujeres que arrastran un carga emocional que en muchos casos las supera,tanto que algunas ya han cruzado la fina línea que separa la cordura de la locura. Son víctimas,pero también verdugos,algunas se valen de la violencia para vengar su frustración, o utilizan a terceros ( incluso de un superhéroe),para saldar las cuentas con un tormentoso pasado.
 No hay maniqueísmos en el cine de Vermut,y sí un claro relativismo moral en el que nadie es absolutamente bueno o malo.


 No hay reparos en diseccionar la condición humana básicamente como contradictoria,impredecible,en un duelo constante entre la razón y la emoción.

Tal como se aludía el anfitrión de "la casa de los horrores" en "Magical Girl",los español@s estamos perdid@s en esa tierra de nadie entre la razón y la emoción,no somos ni como los países nórdicos ni como los árabes o los latinos,todos conscientes y cómodos en sus respectivos posicionamientos.
Se entienda bien la reflexión,más allá de los estereotipos,nuestra cultura se mueve entre muchas aguas y a veces ,en medio de esa imprecisión,adolece de extremismos.

Tampoco hay freno a los impulsos,no es un cine políticamente correcto,es una cine que pasa de los prolongados silencios a la siempre inesperada violencia en unas décimas de segundo y que coquetea con la ficción y con los géneros,valiéndose de personajes que bien podrían salir del cómic para interactuar en una realidad muy difícil de sobrellevar.


Sin dejar  “ Magical Girl” , leí algún artículo en el que se analizaba el mal lugar en el que el film deja a la mujer: ¿manipuladora? ¿perturbada? Sigo reflexionando sobre los arquetipos femeninos y masculinos, y la única conclusión a la que llego es que Carlos Vermut no deja en buen lugar ni a hombres ni a mujeres.

 Da la impresión o yo interpreto que está decepcionado de la condición humana, por eso su cine, perturba e incomoda, tal cual lo haría el de Haneke o Lars Von Trier, no es un cine ni amable ni complaciente, es un cine que deja a la luz nuestras miserias, y va más allá, ahondando incluso en la maldad, no siempre como una patología ( que también) sino como una opción deliberada y consciente de la propia voluntad.



 Es por eso que nos asusta, porque quisiéramos tener dominados, perfectamente etiquetados bajo el prisma de la psicopatología muchos actos, que en ocasiones brotan del lado más oscuro y animal del ser humano, ése que intentamos tener siempre bajo control. Desde el punto de vista de la estética o la ambientación, no hay apenas exteriores ( ni en Diamond Flash ni en Magical Girl),la acción( o la no-acción) se desarrolla en interiores austeros,silenciosos,con una fijación incluso a veces “oriental” por los detalles.


Pongamos de ejemplo en “Magical Girl”,la escena en que Damián ( José Sacristán )se viste para encontrarse con Luis (Luis Bermejo): la música(“la niña de fuego” de Paco Caracol), el ritual de cada prenda,la cámisa,la colonia….recuerda al ritual de un torero a la hora de ponerse el traje de luces,es una escena que cautiva por completo al espectador.

No es de extrañar,por ésta y otras razones,que cineastas como Pedro Almodovar,hayan caído rendidos a sus pies.

Como veis, no hay mucho lugar para la frivolidad,Vermut nos lleva a debates éticos, y por eso,es preciso escoger bien el momento para entrar en su universo particular, tal vez sombrío y amargo,pero en el marco del panorama cinematográfico actual,un cine de autor con mayúsculas,que nos deja desazonados ,pero que aporta unas señas de identidad inconfundibles e innovadoras.

Feliz fin de semana zinéfil@s,

 Troyana

8 comentarios:

Manderly dijo...

Coincido en que Magical girl es una película extraña pero me ha gustado. Por su ritmo y su forma no es fácil de digerir pero me ha convencido.
No había reparado en la 'semejanza' entre Vermut y Haneke o Von Trier... Cineastas que no dejan indiferente a nadie.
Apunto Diamond Flash... y tengo en cuenta lo que me dijiste de que no era para ver 'en cualquier momento'.
Saludos.

TRoyaNa dijo...

Manderly,
pues sí,Magical Girl,es extraña,una "rara avis" en el panorama español,un cine necesario,arriesgado,que se carga todos los moldes y nos coloca en una posición incómoda,pero a la vez reflexiva.
Las comparaciones con Haneke o Von Trier,son totalmente personales,pero es que el cine de estos autores,pienso que tienen algo en común:se centran en el dolor y en cierta medida cuestionan la supuesta "bondad" del género humano,acercándonos a las contradicciones y el lado oscuro que también alberga.
Y sí, un cine poco lígero que a pesar de todo, no dejo de recomendar,escogiendo,como no,el momento adecuado.
Una última advertencia: si "Magical Girl" desazona,"abróchense los cínturones" con "Diamond Flash";)
Saludos!

U-topia dijo...

Ya sabes lo ignorante que es esta peliculera en horas bajas. Pero me pongo las pilas con esta propuesta arriesgada e innovadora.

Abrazos!!

Maribel dijo...

Espero ver Magical Girl pronto, parece una película interesante y diferente.

Besos

TRoyaNa dijo...

U-topia,
sé que te da pereza el cine últimamente,porque te lo he leído,pero éste es un cine muy diferente al que estamos acostumbrad@s,que pienso tendría que estar arrasando a nivel internacional.
Ahora eso sí, escoge bien el momento,como si de una lectura profunda,dura y a la vez interesante,se tratara.
Ya me contarás.
Un abrazo!

TRoyaNa dijo...

Maribel,
es interesante,arriesgada,dura,profunda,muy indie e innovadora.
Ya me contarás,te digo lo mismo que a las demás comentaristas,es esencial acercarse al cine de Vermut estando fuerte y entera y a ser posible,con un mente abierta,olvidándonos de las viejas fórmulas tanto en contenido como en formas.
Bsts

Esti dijo...

Más quisiera Vermut que ser Haneke o Kaumismaki, con quien también tiene cierto estilo común.

Es una rara avis, cierto, y sus películas son incómodas, inquietantes y también muy aburridas. Para mi gusto bordean el ridículo demasiadas veces. "Diamond flash" es, además, cutre hasta decir basta.

TRoyaNa dijo...

Laesti,

me parece el cine español ha de sacudirse muchos complejos,el primero,el de inferioridad,porque aquí,se hace cine de autor tan respetable como el de otros países europeos,ni más ni menos,y Magical Girl,en mi opinión,es un buen ejemplo.

Por otro lado, "Diamond Flash" fué su ópera prima,no contaba con demasiado presupuesto(algunas escenas se rodaron por lo que leí con cámara de fotos con función de vídeo) ni tampoco contó con un aclamado casting,y aún así, siempre en mi opinión,Vermut ya apuntaba maneras,como un director,a todas luces,rompedor y singular.

Aún con todo,desde luego, para gustos,los colores y nada más lejos de mi intención que intentar convencer a nadie de lo que al fin y al cabo, son mis impresiones,tan subjetivas,como las de cualquier otr@.